8a Ciudad de México

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La 8a Iglesia del Distrito Federal es una iglesia ubicada al sur de la Ciudad de México, en la calle San Isauro, Colonia Pedregal de Santa Úrsula, Delegación Coyoacán. Pertenece al Presbiterio de la Cañada del Distrito Central y es prácticamente la única iglesia apostólica al sur de la Ciudad de México.

Pioneros

La obra misionera en esta parte de la ciudad dio inicio alrededor del año 1978 con una familia de apellido González. Esta familia recibió el evangelio del nombre de Jesucristo, por medio de un familiar que regresaba de los Estados Unidos; entonces vivían, en la Colonia Tlalcolilgia en la Delegación Tlalpan del Distrito Federal. El entonces Obispo Isidro Pérez, encargo al Ministro Gilberto Jiménez, se hiciera cargo de dicho grupo; las reuniones se realizaban en un espacio de un taller mecánico, cerca de la caseta a Cuernavaca. El grupo tuvo un importante crecimiento, siendo ya insuficiente el lugar de las reuniones por lo que en el año de 1981, se logra comprar un lote en el entonces ejido de Santa Úrsula Coapa, lugar donde actualmente se encuentra el templo; a finales de ese año se traslada el grupo al terreno recién comprado, haciéndose el trabajo de limpieza y relleno del mismo, debido a que está asentado en zona de roca volcánica.

Como dato anecdótico, los hermanos refieren que en medio del terreno se encontraba un roca volcánica de aproximadamente metro y medio de diámetro; la cual tardaron bastante tiempo en romper para poder sacarla; el Rev. Gilberto Jiménez falleció en ese año 1982 y ocupo el pastorado de la naciente 8ª Iglesia el Hno. Roberto Flores; quien duro poco tiempo escasos 2 años y se separó de la iglesia, posteriormente el Rev. Luis Alfonzo Fernández es quien ocupa en 1984 las riendas de la obra, sanando las heridas y la división con que recibió la iglesia.

Construcción del templo

El Hno. Luis Alfonso tomando como modelo arquitectónico el templo de una iglesia presbiteriana ubicada en el sur de la Ciudad de México; comienza a construir lo que hoy es el templo actual; durante 7 años el Hno. Luis Alfonzo, junto con su familia trabajaron arduamente en el crecimiento del evangelio en el sur de la Ciudad de México.

En el año 1991 se le encomienda la continuación de la obra al Hno. Adoniram Gaxiola Figueroa; desgraciadamente ya no se pudo continuar con la construcción del templo, quedando inconcluso el proyecto y en obra negra casi toda la construcción, se hicieron acabados en los salones, se terminó de construir la casa pastoral y se culminó el altar y se donó el púlpito de parte de Sociedades Bíblicas el cual permanece hasta el día de hoy. Después del temblor de 1985 el entonces ministro Adoniram Gaxiola, mandó realizar un estudio sobre la construcción del templo, la cual arrojó que las columnas y trabes necesitaban ser reforzadas, y la loza del templo no podía tener cargas ya que la mezcla de los materiales no fue la adecuada; dando la recomendación el Ingeniero Civil que realizó el estudio, que para continuar con el proyecto original era necesario derribar lo que se había construido y volver a levantar el templo. Es obvio pensar que esto no se llevó a cabo sino que se modificó el proyecto original quedando solamente una nave principal donde actualmente está el templo y un edificio de salones y casa pastoral.

Divisiones

Desgraciadamente el espíritu de división volvió a atacar esta congregación, al igual que en el año 1984, a 8 años después de asumir el pastorado el Hno. Adoniram decide separarse de la Iglesia Apostólica, provocando una fuerte herida en el ánimo de la iglesia, de manera interina y tratando de frenar el desánimo inminente toma el pastorado el Rev. Manuel J. Gaxiola quien hasta entonces aún era Obispo Emérito, siendo esta iglesia el último pastorado de nuestro querido Hermano Manuel J. Gaxiola; quien por motivos de salud tiene que dejar después de un año de trabajo y esfuerzo esta iglesia.

La responsabilidad del trabajo se le da a nuestro hermano Rev. Guillermo Escamilla Guerrero; durante 2 años el Hno. Guillermo trató nuevamente de sanar las heridas y alejar ese espíritu de división que acechaba la comunión de la iglesia. Por necesidades propias de la obra el Rev. Guillermo Escamilla en el año 2003 entrega la responsabilidad del trabajo en la obra de Dios a un joven pastor pero con vasta experiencia, al Hno. Antonio Carbajal Carmona; en ese entonces el pastor Antonio Carbajal inicia el trabajo implementando el proyecto G12 de la escuela de Cesar Castellanos, con profundo éxito, durante 5 años se ve el trabajo, implementando la visión que a través de los libros de Cesar Castellanos obtuvo, pero también llevándolo a formar lideres incondicionales a él y realizando un liderazgo cerrado y completamente alejado del trabajo del Distrito; en el año 2008 por una falta moral es quitado del pastorado de la 8ª Iglesia y mandado a la iglesia de la Ciudad de Pachuca, Hidalgo. Esta orden fue dada por la comisión mandada por el entonces Obispo Presidente Félix Gaxiola Insunza, quién juzgó el proceder pastor Antonio Carbajal; quienes determinaron que esa sería la acción a tomar; al realizar este movimiento el entonces pastor de Pachuca, Rev. Norberto Murillo Díaz, se le asigna la misión de continuar con el trabajo en la 8ª Iglesia y entregar la iglesia de Pachuca al Hno. Antonio Carbajal.

cabe suponer como fin de este pasaje de la historia de la 8ª. Iglesia, que los líderes leales al Hno. Carbajal y el mismo Hno. Antonio Carbajal, el 16 de septiembre del 2008, decidieron dividirse de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, llevándose el 70% de la membresía que había en la congregación, ese primer domingo después de la división iniciaron el culto el Pastor Rev. Norberto Murillo, su esposa y 10 hermanos bautizados fieles, juntamente con sus familias, iniciando lo que ahora vemos una congregación creciente, trabajadora, y fiel a su Dios y su iglesia; el espíritu de división que asoló a esta iglesia durante varios pastorados creemos en el nombre de Jesucristo que se ha ido; a la fecha ya somos casi 100 hermanos, que aman a Jesús y a la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús; gracias a Dios por su don inefable.