La Blanca, Zacatecas

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IGLESIA APOSTÓLICA en LA BLANCA, ZAC.

RESEÑA HISTORICA

En diversas comunidades Apostólicas, el evangelio fue traído desde el país vecino de EUA, esta circunstancia fue la que también favoreció al municipio de Pánfilo Natera, mejor conocido como La Blanca, Zac., cuando el hermano Apolonio Rivera Becerra y su familia, quienes tenían su residencia en Estados Unidos, llegaron a su pueblo después de haber conocido al Señor y ser bautizados en su nombre

El hermano Apolonio tenía el propósito de que toda la familia conociera del Salvador, por esa razón, venía a México; algunas veces realizaba fiestas con el propósito de reunir a la familia y compartir el evangelio a todos; ponía música con mensajes y predicaciones en audio para que ellos escucharan. Para mayor eficiencia en el trabajo evangelístico, se hacía acompañar de vez en cuando del pastor Eduardo Pacheco, el ministro Roberto Navarrete, el ministro Anaya, el hermano Pelayo y el hermano Jesús quienes eran procedentes de EUA.

Mientras el hermano Apolonio estaba en los Estados Unidos apoyaba económicamente al hermano Javier López y el hermano Donaldo Barrera para que visitaran esta comunidad y así fue por algunos meses. Estos hermanos llegaban con la familia Rivera Morales y tiempo después con la familia Rivera Becerra.

En una de las visitas del hermano Apolonio a su comunidad, fue a buscar al pastor de Pozo de Jarilla el hermano Alfonso Espino para que siguiera atendiendo a los hermanos que estaban entusiasmados con la palabra. El pastor Espino, y algunos 15 hermanos más con él, hicieron las actividades en la casa del hermano Antonio Rivera por espacio de tres años.

En el mes de febrero de 1997 el ministro, en ese entonces de la Asamblea Apostólica en EUA, acompañó a la familia Rivera Morales por cuatro ocasiones, en alguno de estos momentos se bautizó a Jaime, Petra y Jorge, todos ellos de apellido Rivera; Rodolfo y Elvira de apellido Becerra y Amelia Morales. Quienes todavía se reunían en pozo de Jarillas los domingos y en los cultos del resto de la semana en la casa del hermano Antonio Rivera.

En el año de 1998 la hermana “Coleta” y el hermano Antonio fueron bautizados por el hermano Alfonso Espino. Los cultos se realizaron en el domicilio del hermano Antonio por seis años hasta que se compró el terreno en el año 2000, con recursos de los hermanos Rivera. Previo a la construcción del templo, se hacían actividades en un tejaban provisional, solo le levantaron las cuatro paredes mientras estaba pastoreando el hermano Alfonso Espino. Cabe resaltar que, para este tiempo ya había nacido la iglesia de Pozo de Jarillas, específicamente el 21 de septiembre de 1997 cuyo templo se inauguró el 26 de agosto de 1999. Quien atendía esta comunidad era el hermano Alfonso Espino que hasta la fecha de hoy trabaja en el mencionado lugar.

A la iglesia de La Blanca llegó el hermano Samuel Ortiz a pastorear. Su período fue de agosto de 2004 hasta el año 2008. Cuando el hermano llegó se pensó en una casa pastoral; fue entonces cuando se levantaron unos cuartos que sirvieron como habitación provisional.

El relevo pastoral ocurrió el 18 de mayo de 2008, fecha en la que llego a pastorear la iglesia el hermano Job Villegas quien llegó acompañado de su esposa Ma del Refugio García Leyva y sus hijos Isaac y Obed Villegas García. El hermano Villegas fue ordenado en la ciudad de Fresnillo en el centro de convenciones en la Convención Distrital de abril de 2005.

Por este tiempo hubo un avivamiento que conviene considerar; fueron bautizados en el Espíritu Santo los hermanos Lucio Gallegos, Claudia Palafox, Gabriela Gallegos y la hermana Rosalba, Esta experiencia fue confirmada con la evidencia de las nuevas lenguas.

En esta iglesia, como en casi todas las del distrito, se implementó la estructura de RCM (Red de Células de Multiplicación) de lo cual es evidencia las reuniones de ministración, evaluación y proyección (MEP) con el liderazgo. Además de ello se participa en encuentros, fiestas del amigo y otros eventos que buscan eficientar el trabajo pastoral y el desarrollo sano y sólido de la iglesia. Solo que hubo quienes se resistieron a estas actividades y terminaron fuera de la iglesia hasta la fecha. Sin embargo, a pesar de oposiciones de diferentes flancos, Dios continuó inspirando a muchos para continuar hacia adelante. De este modo, las hermanas comenzaron a trabajar arduamente en la venta de alimentos con el firme propósito de recabar fondos para construcción del templo.